Mision Ciencias Humanas: un bien público para el país.

 

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Las humanidades y las ciencias sociales han tenido un papel invisibilizado pero fundamental en el desarrollo de Colombia. Sus aportes a la identificación y solución de problemáticas complejas en el país han derivado en transformaciones importantes para nuestros territorios. Estas disciplinas no solo han sido clave para la consolidación de la democracia y el reconocimiento de los derechos humanos, sino que también han sido la fuerza motriz detrás de la búsqueda de justicia socioambiental, de la comprensión, celebración y protección de la diversidad epistemológica y cultural, y de la construcción de paz y la promoción de la salud mental. 

Las contribuciones que las ciencias humanas han hecho, y siguen haciendo, a Colombia, las constituyen como un bien público y común que no sólo debe ser reconocido, sino también protegido. No obstante, este campo de conocimiento se enfrenta a desafíos considerables: poca capacidad institucional, condiciones precarias para la investigación y la enseñanza, un sistema de evaluación científica que favorece a otros campos del saber y una desvalorización sistemática que se refleja tanto en limitaciones financieras y de infraestructura, como en la falta de apoyo gubernamental. 

Con esto en mente nace la Misión Ciencias Humanas, una estrategia de movilización académica que tiene el objetivo de formular de manera participativa una política pública para el fortalecimiento y la revalorización de las humanidades y las ciencias sociales en el país. Liderada por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y la Asociación Colombiana de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales (ASOCOLFHCS), la Misión, hasta el momento, cuenta con la participación de aproximadamente 74 universidades del país dispuestas a trabajar en la construcción de un diagnóstico y 14 lineamientos que reorienten el futuro de nuestras disciplinas, con el acompañamiento técnico de las ramas Ejecutiva y Legislativa del poder público.

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Después de 14 mesas preparatorias, el lanzamiento oficial, que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional el 9 de mayo, y una audiencia pública en las instalaciones del congreso de la República el 16 de mayo, la Misión Ciencias Humanas se encuentra implementando las mesas de trabajo de las cuales se definirán las necesidades y las propuestas principales para la formulación de la política pública que necesitamos.

Con esto en mente, hablamos con Diego Muñoz Casallas, coordinador de la Misión Ciencias Humanas, quien nos contó todo lo que conlleva liderar este proyecto:

La Misión Ciencias Humanas comienza por iniciativa de la actual vicedecana de Investigación y Extensión de nuestra facultad de Ciencias Humanas quien, años atrás, junto a sus colegas, habían sentado un precedente al decidir no presentarse a convocatorias del aquel entonces Colciencias en forma de protesta, hecho que sería analizado posteriormente con el propósito de reactivar los procesos ya empezados. De esta reactivación  nacería la semilla de lo que pronto se convertiría en la Misión Ciencias Humanas.

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Para Diego, la facultad no era desconocida. De hecho, él es un egresado del pregrado de antropología y de la maestría en Estudios Culturales, de la que se graduó con tesis laureada, por lo que, cuando fue convocado por la vicedecana para liderar este proyecto, no lo pensó dos veces, no solo por la disponibilidad que tenía en aquel entonces, si no también por su afinidad por la causa. Esto ocurrió hace más de un año atrás y, desde ese entonces, ha estado en cada uno de los procesos.

En sus inicios, la Misión Ciencias Humanas no contaba con un equipo de trabajo, por lo que a Diego debía hacer todo por su cuenta. No obstante, poco a poco el equipo fue creciendo, lo que significó que debiera adoptar un rol de liderazgo. Esto, a pesar de ser nuevo para él, resulta gratificante, ya que ha podido ver cómo todo sale adelante en la medida en la que el equipo avanza a capacidad real. La Misión Ciencias Humanas tiene retos complejos, como el tiempo y el aspecto financiero, pero con lo que hay se ha avanzado.

 

“La Misión Ciencias Humanas es un ejercicio de innovación en sí mismo. No es normal que en Colombia haya procesos participativos para políticas públicas. No es convencional, es una gesta épica”.

 

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En cuanto a los procesos participativos, Diego destaca lo complejo que es sincronizar las diversas voluntades de las personas implicadas. Sin embargo, esto lo ve como algo positive y gratificante pues, si bien son más lentos, generan una satisfacción de las causas comunes, lo que le da un valor agregado. Esto debido a que no se trata solo de mejorar las condiciones laborales de quienes hacen parte del ejercicio profesional de las humanidades y las ciencias sociales, sino también del trabajo colaborativo entre colegas. Además de la sincronización de dichas voluntades, estas se deben articular. Con racionalidades diferentes, y esto se traduce en lograr poner en diálogo a los actores de la academia, del Estado, la agenda legislativa, la ejecutiva, las organizaciones sociales, etc.; siendo este el mayor reto del proyecto.

 

“La Misión opera bajo un principio de horizontalidad, de compartir experiencias. Algunos tienen ciertas experiencias y otros otras. El actuar como un organismo colectivo potencia cualquier proceso cultural, y eso tiene connotaciones de todo tipo. En la medida en la que logramos eso mandamos un mensaje a la sociedad, para así tener referentes y optimizar la energía”.

 

El camino hacia la construcción de esta política pública, que busca fortalecer y revalorizar las ciencias humanas en el país ha sido duro, y lo seguirá siendo, mas el norte es claro:

 

“Consolidar el movimiento social académico es lo primordial, y al sostenerlo logramos que la Misión siga avanzando y trascienda”.