Exploración conceptual de la paz ambiental

A primera vista, la combinación de la paz y del medio ambiente, de la paz en el medio ambiente o de la paz con el medio ambiente refleja la imagen de un estado ideal natural en el cual el humano y la naturaleza habitan conjuntamente la Tierra de manera perfectamente equilibrada. Sin embargo, este estado natural parece haber sido aprehendido de manera antropocéntrica a través de un contrato social que hacía caso omiso de su escenario ambiental (Serres, 1990). En el retrato aquí pintado, la “paz ambiental” es entendida como el estado clímax de simbiosis entre el humano y el medio ambiente. Al contrario, la “naturaleza fuera de la ley” (Ost, 1995) es percibida como un trastorno causado por el mundo humano. Si la crisis ecológica actual es una perturbación de este orden originario armónico, bastaría con “hacer las paces” para revertir el curso decadente de esta historia planetaria.

 De esta representación simplista de las relaciones ecológicas surge una serie de preguntas no tan cándidas: ¿Cómo “hacer las paces” con la naturaleza? ¿Las paces se proponen únicamente desde la humanidad hacia la naturaleza? ¿La paz ambiental concierne también a los humanos entre ellos? ¿La justicia social es una condición necesaria de la paz ambiental? ¿Una condición Suficiente? ¿La paz ambiental sirve únicamente a la construcción de una paz social o, al contrario, es un fin en sí misma? ¿De qué valor intrínseco son dotados los actores de la paz ambiental? ¿Quiénes son estos actores? ¿Tienen agencia?

Adicionalmente a las preguntas anteriores que no suelen tener respuestas definitivas,  observamos que la fórmula “paz ambiental” no es consensualmente consagrada ni en el debate público, ni en la literatura científica, ni en el lenguaje institucional. A veces usados de manera indiferente, otros significantes, como paz verde, paz ecológica o paz territorial, parecen referirse a un significado similar. Sin embargo, esta variedad de términos empleados para designar una presunta misma idea refuerza la intuición del carácter equívoco y siempre indeterminado del concepto “paz ambiental”.

 En todo caso, en Colombia, la ocurrencia de esta fórmula “paz ambiental” (y afines) se hizo muy visible durante los últimos años debido a su relevancia en el marco del pos-acuerdo. Numerosas organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación pero también instituciones estatales se refieren a la paz ambiental o por lo menos al aspecto ambiental de la paz en Colombia.

A partir de esta diversidad de uso, el Centro de Pensamiento propone investigar las disputas que emergen alrededor del concepto de paz ambiental: por un lado, la confrontación entre los distintos sentidos que los actores adscriben a la paz ambiental; por otro lado, los conflictos abiertos que se despliegan en su nombre. De hecho, la construcción de paz ambiental en varias ocasiones puede reproducir, generar o agudizar situaciones conflictivas. Por ejemplo, a nombre del bienestar ambiental -a menudo concebido como condición necesaria de la paz ambiental- se ha podido causar grandes olas de desplazamientos y desarraigos justificadas por políticas preservacionistas en áreas naturales “vírgenes”. La destrucción del tejido social y la pérdida de confianza entre los actores sociales interesados en estos casos ponen de relieve los sentidos contradictorios que puede contener tal concepto. Asimismo, los modelos económicos y políticos históricamente inducidos por la domesticación de plantas como el caucho, el algodón, el plátano o la coca ilustran las mismas tensiones contenidas en el concepto de paz al ser significado por distintos intereses acerca del uso del suelo o de la posesión de la tierra. Ambos ejemplos esclarecen el carácter altamente político, por lo menos ni liso, ni neutro, del concepto de paz ambiental.

Por lo tanto, nuestro objetivo investigativo es de pluralizar los sentidos de la paz ambiental para entender las experiencias y las expectativas sociopolíticas de los escenarios y de los actores que hacen uso del concepto en una historia reciente. Lo anterior es esencial para comprender las luchas por significar una palabra y dar contenido al concepto de paz a partir de representaciones subjetivas del mundo.