Sur

El carácter realista de la región del Sur ha permanecido como una “mancha” indeleble en la historiografía republicana. El fanatismo religioso y el fervor por la monarquía de los habitantes de la Provincia de Popayán se consideró un obstáculo al avance expedito de los ejércitos animados por la consigna de la libertad republicana. Pero los documentos del periodo revelan que la región estaba lejos de conformar una masa homogénea y monolítica signada únicamente por el realismo.

Es claro que el gobierno del rey logró mayor arraigo en las provincias del Sur. Y, en sintonía, no es extraño confrontar actos que refrendaban el poder monárquico por medio de la supresión violenta de las ideas republicanas. Ya desde el periodo de las Provincias Unidas se pueden rastrear retracciones, como la de Joaquín Caycedo y Cuero —juntista de Cali y segundo presidente de las Ciudades Confederadas del Valle del Cauca—, verificada por fray Vicente Rivera. Antes de morir en el cadalso, Caycedo señaló que “las juntas siempre eran nocivas por las funestas consecuencias que se experimentaban. Por lo que se retractaba y desistía una y mil veces de ella [...]” (Testimonio sobre la retracción, f. 242r). Sin embargo, la voz mediada de Ramón Mosquera —un esclavizado que escapó de sus amos republicanos— descubre los miedos de los republicanos en la región. Mosquera afirma que entre los insurgentes se temía “la opresión e inhumanidad de estas tropas del rey, figurando que en el momento que cogen aquí a cualquiera lo asesinan colgándolo después de un garfio engarzado por la quijada” (Declaración, f. 282v). Además, Mosquera ofrece información valiosa a cambio de garantías tras su huida y pone en sobre aviso al gobierno de Juan de Sámano sobre los avances de las fuerzas de Antonio Nariño, presidente de Cundinamarca, reunidas en La Plata y con destino a Popayán. Aún esto, las infidencias del esclavizado no fueron suficientes para que los realistas preparan una defensa efectiva y Nariño tomó la ciudad en los primeros meses de 1814. Pero la guerra, una empresa tan riesgosa como costosa, encontró a Nariño sin recursos, lo que lo llevó a exigir a los vecinos una contribución casi forzosa para continuar su marcha hasta Pasto.

Aún los triunfos iniciales de la Campaña del Sur de Nariño en la toma de Popayán y el triunfo en Calibío, la derrota en los ejidos de Pasto obligó a las fuerzas republicanas a dar un paso atrás. Desde entonces, los realistas ganaron terreno hasta convertir a Popayán, nuevamente, en un bastión del realismo. Tal fue el arraigo que la representación política y militar del rey en la región que, tras la Batalla de Boyacá, parte considerable de las fuerzas realistas se mudó hacia Popayán y Pasto. De esto es evidencia la comunicación epistolar donde el obispo Salvador Ximénez de Enciso le ofreció a Sebastián de la Calzada la fidelidad de los vasallos del rey y su propio dinero para continuar con la empresa de las armas del rey. No sorprende que las guerras hayan dejado el erario de la ciudad exangüe al pasar de mano en mano entre monarquistas y republicanos.

Pasto es por sí misma el símbolo del realismo en el Nuevo Reino de Granada. Tras los triunfos en Boyacá, Cartagena y Venezuela, las fuerzas republicanas siguieron su marcha hacia el Sur en 1821, con el objetivo de alcanzar el Virreinato del Perú. En el camino, necesariamente debían pasar por la Provincia de Popayán y la villa de San Juan de Pasto. Bien es sabido que las dificultades para adscribir la villa a la causa republicana no responden únicamente a un profundo amor de los pastusos al rey y desprecio por la República, sino, y en gran parte, a la indecible brutalidad con que los republicanos arremetieron en contra de la ciudad y sus habitantes. Por este motivo, mientras algunos componían cantos de alabanza a  Bolívar y la libertad; los ejércitos de indios y mestizos en Pasto se preparaban para sostener una contienda que duraría hasta 1825.

El realismo de Popayán y Pasto fue una fuerza considerable en contra de la republica, no tanto porque todos los habitantes de la provincia estuvieran a favor del rey, sino porque la masa popular —especialmente indígenas y esclavizados—, encontró mayores y mejores garantías en el régimen monárquico que en la incierta república. De hecho, vale la pena recordar que la Constitución de Cádiz de 1812 reconocía a los indios como ciudadanos. Así pues, la lealtad de los indígenas de los resguardos en Pasto y de los esclavizados de Popayán en las minas auríferas en el Pacífico, puede considerarse una entre múltiples estrategias de resistencia a la dominación. Resistencia tanto a los antiguos amos como a los republicanos que venían a cambiar las reglas de juego. En últimas, nuevos invasores.

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Fray Vicente Rivera

Testimonio sobre la retracción de Joaquín Caycedo y Cuero

1813-01-27

Popayán

Biblioteca Nacional de Colombia - Bogotá

Testimonio de fray Vicente Rivera sobre la renuncia y retracción de los valores de la Junta de Popayán por Joaquín Caycedo y Cuero (1773-1813) antes de su muerte (fusilado el 26 de enero junto a Alejandro Macaulay en Pasto, por orden del capitán Francisco Javier de Santacruz). De esta declaración se sacó copia y se fijó en las puertas del Cabildo. Copia por Juan Jiménez.

Ramón Mosquera

Declaración sobre independentistas en La Plata

1813-12-27

Popayán

Biblioteca Nacional de Colombia - Bogotá

Declaración del esclavizado Ramón Mosquera, firmada por Manuel José Mazias y España y Antonio Astudillo, sobre excesos de la esposa su amo, José María Céspedes. Mosquera indica que quejó inicialmente ante los republicanos y Nariño, quienes desoyeron sus súplicas, por los que decidió dirigirse a los realistas aún los temores sobre su opresión e inhumanidad. Luego entrega información fundamental sobre los destacamentos militares de Antonio Nariño (1765-1823) en la región.

Antonio Nariño (1765-1823)

[Oficio exigiendo cien mil pesos a los vecinos de Popayán]

1814-02-04

Popayán

Universidad de la Sabana - Bogotá

El 4 de febrero de 1814, Nariño, en calidad de presidente de Cundinamarca y general en jefe de la Expedición del Sur, exige cien mil pesos al Cabildo de Popayán. Solicita entregar este caudal para continuar con la marcha hacia Quito, y en atención a los servicios prestados para restablecer el orden en la ciudad. Nariño indica que las únicas alternativas son tomarlo por la fuerza o abandonar la ciudad a los saqueadores. Ante la primera negativa del Cabildo, Nariño insiste (5 de febrero) en la necesidad de la erogación y la justicia de que Popayán ayude a una causa que, hasta el momento, ha sido costeada mayoritariamente por Cundinamarca. De lo contrario, se retirará con las tropas hacia Santafé. En esta ocasión, el Cabildo dice que hará lo que esté a su alcance. Ese mismo día, los miembros de la Sala Capitular de Popayán proponen tomar
las alhajas de plata y oro de las iglesias que no sean necesarias para el culto; pero señalan que es muy difícil reunir tal cantidad entre el vecindario. Expediente copiado por Manuel María Pérez de Valencia.

Miguel de Letamendi (1792-1871)

Relacion de los desertores que ha tenido este Batallón [Numancía] desde el mes de noviembre de 1815 hasta la fecha de las provincias del Socorro, Pamplona, y Valles de Cúcuta

1817-02-15

Popayán

Universidad de la Sabana - Bogotá

Relación de los desertores de la 5ta división del primer batallón del regimiento de infantería Numancía. El cuadro comprende 251 desertores con la siguiente información por cada uno: la compañía a la que pertenecen, la provincia, la clase, el nombre, la patria, los nombres de los padres, la edad, el oficio y el estado civil. Firmado en Popayán por Miguel de Letamendi.

Salvador Xímenez de Enciso (1765-1841)

Carta pastoral

1818

Santafé de Bogotá

Biblioteca Nacional de Colombia - Bogotá

Salvador Ximénez de Enciso, desde Santafé, comunica al pueblo de Popayán sus disposiciones como obispo electo. Después de un año de tardanza, toma posesión del destino en tiempos convulsos. Para intentar aplacar los ánimos y lograr la pacificación, propone dos objetivos fundamentales de su obispado. En primer lugar, anuncia que enfocará sus esfuerzos en desterrar el error por medio de la predicación, del nombramiento de buenos sacerdotes y de la reedificación, ornato y embellecimiento de los templos. En segundo lugar —y en relación con su doble naturaleza como pastor de la grey y ministro del gobierno— se propone promover el respeto, la obediencia y el amor al rey, extinguir las discordias para aplacar las pasiones y otorgar los destinos con justicia. El obispo Salvador considera que estas disposiciones llevarán al pueblo de Popayán al estado de tranquilidad en el que se encontraba antes del inicio de la revolución, levantamiento que, considera, sólo ha traído un cuadro penoso lágrimas y penas.

Salvador Xímenez de Enciso (1765-1841); Sebastián de la Calzada (1770-1824)

[Intercambio epistolar entre Sebastián de la Calzada y Salvador Ximénez de Enciso]

1819-08-24 / 1819-08-27

La Plata / Popayán

Biblioteca Nacional de Colombia - Bogotá

Copia del intercambio epistolar entre el general Sebastián de la Calzada y el obispo de Popayán, Salvador Ximénez de Enciso, tras la derrota de la tercera columna del Ejército Español, comandada por José María Barreiro (1793-1819), frente a las tropas de Simón Bolívar en Boyacá. Calzada pide la colaboración del obispo para apoyar la causa de los realistas. En respuesta, el obispo informa que la marcha del ejército hacia Popayán, serán muy bien recibida y reitera su disposición para dar toda la ayuda a la causa del rey.

Mariano del Campo Larraondo y Valencia (1772-1860)

Canto en Acción de Gracias al Señor por la rendición de Pasto a las armas de la República de Colombia el día 9 de junio de 1822

1822-06-09

Pasto

Biblioteca Nacional de Colombia - Bogotá

Campo y Larraondo ofrece un contrapunto literario entre lo que sería la declaración de un realista y la de un republicano. El primero refrenda los derechos de España sobre América por la legitimidad de la Conquista y señala que su deber, de España, es reconquistar el Nuevo Mundo. Así, augura los peores males para la República de Colombia. La segunda voz, la republicana, toma el lugar del creyente afligido a quien la divinidad le revela que los godos han profanado el nombre de Dios para utilizarlo como arma en su causa. Termina dando vivas al Libertador por la toma de Pasto.

Cabildo de Cali

[Oficio del Cabildo de Cali al Libertador Simón Bolívar]

1822-06-29

Cali

Universidad de la Sabana - Bogotá

Comunicación del Cabildo de Cali a Simón Bolívar en ocasión de la capitulación de la ciudad de Pasto. Los miembros del Cabildo señalan que Pasto es un pueblo obstinado que costó sangre, sacrificios y lágrimas a la república y al Cauca. Nombran a Bolívar el genio escogido por la Providencia para romper las cadenas, finalizar una guerra de doce años y darle la libertad de Colombia. Firmado por Félix Vergara, Francisco Molina Rendón, José Ramón Cobos, Félix de Espinosa, José María Riascos, Miguel Domínguez y Manuel José de Escobar.