Justificación
En Colombia afrontamos un conflicto armado interno de más de cinco décadas. La violencia desatada en este contexto genera no sólo daños y pérdidas en vidas humanas y en bienes materiales, también afecta de manera dramática las redes y vínculos sociales, los referentes colectivos y las identidades individuales y colectivas. Los niños y niñas son especialmente afectados, no sólo porque sus procesos de socialización y sus referentes afectivos y de protección son abruptamente destruidos o transformados, sino porque su calidad de vida se ve seriamente deteriorada y los impactos sobre su vida emocional son poco intervenidos.
En este contexto, los proyectos de atención psicosocial buscan reducir el sufrimiento emocional a las personas y los grupos para que se articulen en procesos de reconstrucción familiar y sociopolítica, potenciar sus recursos personales, grupales, sociales, económicos y culturales para su recuperación y, brindar apoyo a las personas y grupos para que se reconozcan como sujetos de derecho y emprendan acciones de reparación integral (moral, económica, emocional).
Dada la amplia complejidad del ámbito psicosocial y la dificultad para precisar su campo de acción, se presentan numerosas intervenciones desde diversas perspectivas que no permiten generar impactos consistentes y sostenibles. De otro lado, la mayoría de profesionales que trabajan en este campo carecen de formación y de estrategias metodológicas que les permitan adelantar procesos adecuados no sólo a la situación de las víctimas, sino al contexto sociopolítico e institucional. En este sentido es un imperativo que los profesionales reconozcan y revisen sistemáticamente sus practicas, generen saber (conceptos y estrategias metodológicas) a partir de sus experiencias y reciban aportes que les permitan sistematizar sus proyectos y construir indicadores para evaluar los impactos de los mismos.