Evaluación

En casos de abuso sexual infantil: Este tipo de evaluación se basa en la credibilidad del testimonio, esto con base en información recopilada de otros autores (Francisco Maffioletti); teniendo en cuenta que existe una variedad en estos pasos y que se puede profundizar de forma específica según se crea conveniente, este es un modelo que se puede seguir como abordaje y cada paso o etapa puede ser profundizado dependiendo de la necesidad de ahondar en dicho proceso.

• Una entrevista estructurada para recoger información.
• Un análisis del contenido basado en criterios para analizar la información recogida.
• La calificación de los datos y resultados.

El abuso sexual infantil es un problema mucho más frecuente de lo que sería esperable y tiene graves repercusiones a corto y largo plazo.

Hace años, se desestimaba sistemáticamente como indicadora de abuso cualquier evidencia física que presentaran los niños y se hacía lo mismo con sus declaraciones, pues se consideraba a los niños cognitivamente incompetentes, faltos de moral, seres promiscuos y seductores o dementes que inventaban falsas acusaciones (Garrido y Massip, 2001).

Recientemente las denuncias de abuso sexual se han incrementado notoriamente, lo cual indica una superación de estas visiones negativas de las alegaciones de los menores, pero también el número de casos infundados ha aumentado, lo cual puede deberse a la tendencia de algunos profesionales a creer sin cuestionamiento la acusación de un menor y al empleo de técnicas inadecuadas de entrevista, que contribuyen a confirmar alegaciones falsas.

Es probable que no se denuncien todos los casos reales, pero también parece que no todos los casos que se denuncian son reales. Los niños son capaces de mentir y es difícil saber cuándo lo hacen.

En contextos jurídicos es conveniente un acercamiento neutral al tema y para ello se ha desarrollado una técnica que pretende evaluar la validez del testimonio infantil, basándose en lo que en muchos casos es la única evidencia del abuso: la propia declaración del niño y la posible presencia de lesiones físicas.

En procesos de atribución de custodia: En los procesos en los que hay que decidir la atribución de la custodia, es necesario realizar pericias que aporten a determinar, qué padre (o tercero) es más idóneo para garantizar el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes a través del cumplimiento y satisfacción de derechos. (Rodríguez y Ruiz, 2007).

Custodia y patria potestad: evaluación de las capacidades parentales en casos de divorcios, para determinar la guardia y custodia, evaluación del estado psicológico del menor en estos casos, velando siempre por sus intereses.
La elevada responsabilidad social de los procesos que se resuelven en la jurisdicción de familia exige la más elevada calidad de profesionales especializados a su cargo, pues con su experticio deben garantizar la protección idónea del núcleo familiar, de la vida en sociedad y del bienestar de las niñas y los niños, todos ellos sujetos privilegiados de derechos, según consagra la Carta Constitucional Nacional.

Tradicionalmente en Colombia los juzgados de familia no han contado con un gremio de psicólogos forenses que asesoren exclusivamente dichos procesos, entre otras razones, porque esos expertos no existían. Actualmente los programas educativos de pre y postgrado están capacitando en Psicología Jurídica de manera que se amplía la probabilidad de responder a esta necesidad social con alto nivel de profesionalismo.

De credibilidad de testimonio: Existen técnicas de análisis del contenido verbal de una declaración que son empleadas como herramientas que ayudan a determinar si la declaración proporcionada por una persona es creíble o no, es decir, si existe probabilidad de que el hecho descrito haya ocurrido o no (Garrido y Masip, 2001). Todo proceso judicial tiene como objetivo la búsqueda de la verdad, lo que conlleva, en muchos casos, reconstruir los hechos a través de los testimonios. Cuando se habla de éstos, necesariamente hay que contar con su posible distorsión, problema crucial para la Administración de Justicia.

Es usual que los jueces les soliciten a los psicólogos forenses ayuda para determinar la credibilidad de las versiones del sindicado, la víctima y los testigos. Para realizar esta tarea en forma idónea se requiere tener máxima claridad respecto a las características que diferencian las declaraciones falsas de las verdaderas. Es innegable la relevancia legal de este enfoque, ofrece la posibilidad de contar con un instrumento de medida que pueda evaluar en forma empírica y objetiva la veracidad de una declaración, sin tener que contar con la presencia del declarante.

Existe un interés creciente por la veracidad de las denuncias en los casos de abuso sexual infantil, ello obedece, en esencia, a dos circunstancias: 1) la gravedad de las consecuencias derivadas de la existencia de este tipo de delitos, desde las perspectivas psicológica y social, y 2) el incremento, en los últimos años, de las denuncias falsas (Torres, 1995). Hay que señalar que la evaluación de la veracidad del testimonio en menores víctimas de abuso sexual constituye un auténtico reto en la práctica clínico-forense, requiriendo una intervención psicológica de alto nivel.

De lesiones y/o secuelas psicológicas: Esta pericia va dirigida principalmente a víctimas y tienen por objetivo determinar si una persona presenta lesiones y/o secuelas psicológicas como resultados de un delito (Albarran, 1998).

En procesos de adopción: Esta pericia tiene por objetivo determinar la idoneidad para la adopción por parte de los padres analizando aspectos como el momento en el que surge el deseo de la adopción y la motivación de la misma, las características de personalidad de los padres adoptantes, el ambiente familiar, Relaciones del adoptante con el adoptado (Grimau Arias, 2001).

En procesos de divorcio: Esta pericia tiene como finalidad evaluar características de orden psicológico relacionadas con la situación de separación. (Rodríguez, 2007).

De incapacidad laboral: En ocasiones determinados accidentes laborales pueden ocasionar daño psicológico grave a las personas. El objetivo de este tipo de evaluaciones es determinar si la persona presenta daño psicológico, si éste realmente se debe a un accidente laboral y si incapacitan al individuo (Herrero, 2001).

De peligrosidad: Consiste en la evaluación de un individuo cuyo objetivo es establecer o predecir su nivel de peligrosidad (capacidad para cometer actos dañinos a sí mismo o a otras personas) (Sánchez y Dubroca, 2001).