Periódicos de la Primera República (1810-1815)

El surgimiento en 1785 de el Aviso del Terremoto, la primera publicación periódica en Nueva Granada, al igual que la posterior aparición de El Papel Periódico de Santafé de Bogotá (1791-1797), muestran la necesidad de comunicar la noticia local a un circuito de lectores dispersos y de contar con un instrumento para procurar el bien público y promover la ilustración. Luego, en la primera década del siglo XIX, surgieron en Nueva Granada periódicos que mantuvieron estos intereses y cultivaron el amor a la patria, entendida esta como el espacio local, provincial o neogranadino, y simultáneamente la monarquía hispánica.

Sin embargo, fue con la invasión napoleónica y la abdicación de Fernando VII en 1808 que los periódicos proliferaron en las provincias de la monarquía, en un movimiento que François-Xavier Guerra definió como “la gigantesca toma de la palabra”. En el espacio neogranadino, pronto empezó la publicación de papeles públicos que respondieron a la crisis de la monarquía y a la búsqueda de criterios de legitimidad por parte de las autoridades provinciales. En este proceso, la liberación de los controles sobre la prensa, la agitada circulación de información, la acentuación de la crisis y las convocatorias a elecciones para delegados de la Junta Suprema (1809), dieron pie al surgimiento de impresos que sirvieron a los criollos americanos para expresar sus anhelos, preocupaciones y frustraciones.

La constitución de las diversas juntas neogranadinas a mediados de 1810 dio paso a la existencia de periódicos que desempeñaron un papel decisivo en la definición de problemas políticos centrales, como eran la soberanía, la ciudadanía y la representación, entre otros. Los periódicos desde entonces y hasta finales de 1815, en el periodo que denominamos primera república, dieron cuenta de la coexistencia de múltiples posibilidades políticas en un momento de crisis, entre ellas las opciones centralistas y federalistas. Estos periódicos también evidencian la sensación de ruptura con el pasado, el desconcierto, el ajuste de las jerarquías territoriales y la búsqueda de nuevas lógicas que llenaran de sentido las expectativas que en ese momento se hicieron posibles. En esta línea de interpretación, podemos definir a la primera república como un tiempo de creatividad y de confrontación ideológica por la configuración de un nuevo sistema que debía reemplazar al previamente existente.

Las fichas que siguen a continuación estudian a los principales periódicos de la primera república. Interrogan los cambios en los modos de publicidad y las disputas por la re- definición de lo político.