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En el prospecto del periódico se lee “y como el que lo ha echo en cualquier tiempo, ha sido marcado por los tiranos y opresores de las Naciones con la denominación de Insurgente, este es el título que lleva” (El Insurgente Nº1: pág. 2). Y en cierta oportunidad fue Antonio Nariño  quien interpuso una denuncia en contra del artículo “Variedades” publicado en el Correo de la Ciudad de Bogotá a modo de diatriba a los contenidos de El Insurgente, y lo tildó de ser un mero libelo infamatorio. A partir de ello es posible suponer que Nariño tomó parte o, por lo menos, se encontró muy al tanto de lo sucedido con el periódico. No fue el único, pues en su carta al Correo también indicaba que había “6 anónimos” involucrados en la redacción de El Insurgente. Según Antonio Cacua Prada, algunos de ellos serían José Ignacio de Márquez, José Félix Merizalde y Eladio Urisarri, queienes habrían operado como colaboradores en la redacción.