Periódicos citados

El principal interlocutor de El Insurgente fue el Correo de la Ciudad de Bogotá, con quien entabló diversas disputas en relación con temas como la administración de justicia y las rentas públicas. Desde su primer número, la sección de "Censura" causó a El Insurgente grandes críticas por parte del Correo, pues el primero denunciaba los retrasos en los procesos llevados por los tribunales republicanos. Asimismo, El Insurgente mantuvo un diálogo con otras publicaciones como La Indicación y la Gaceta de Colombia. Con la primera fue clara la enemistad, pues tal y como sucedía con el Correo, la publicación estaba destinada a defender el gobierno, los funcionarios y las oficinas. Esta prolongada disputa tuvo tal auge que El Insurgente le ofreció un tratado de regularización a La Indicación para sus mutuas comunicaciones.

El caso de la Gaceta fue diferente, pues aunque El Insurgente criticó algunos de sus contenidos, no estableció un dialogo abierto con la publicación y más bien dirigió sus censuras hacia las medidas del gobierno que aquélla sacaba a la luz.