En 1964, la Conferencia General de la Unesco, en el marco de las actividades desplegadas por la Organización para favorecer la comprensión mutua de los pueblos y de las naciones, autorizó al Director General a tomar las medidas necesarias para elaborar y publicar una Historia General de África. Se estimó que esta realización haría progresar de manera apreciable el conocimiento de la Historia de la humanidad. Se consideró sobre todo que era urgente estudiar el pasado de África en una época de cambio intenso y rápido en que las instituciones tradicionales de ese continente y sus formas de expresión se veían amenazadas por una evolución económica, social y cult
ural que ni respondía en gran medida a ningún plan ni obedecía a ninguna dirección. Se pensó también que la ejecución de ese proyecto podría dar cierta continuidad cultural a las naciones y los pueblos que habían adquirido recientemente su independencia permitiéndoles tener una conciencia más clara de su identidad pasada y presente. En fin, si esta empresa se realizaba bajo los auspicios de la Unesco, se tendría la oportunidad de congregar a eruditos de diversas nacionalidades con preocupaciones comunes y se plasmaría a la publicación de obras de interés inmediato para el público, no sólo en África, sino también en otros países. Esto era importante en un momento en que el desarrollo de la educación suscitaba una demanda creciente de obras históricas y culturales tanto en los medios de la enseñanza como en el público en general. La primera etapa de la ejecución del proyecto (1965·1970) consistió esencialmente en trabajos efectuados sobre el terreno, en la propia A frica, encaminados a reunir elementos de documentación, escritos y orales. Al mismo tiempo se organizaron consultas científicas internacionales para estudiar los métodos que debían utilizarse. Esas consultas se concretaron en cierto número de recomendaciones formuladas en las reuniones de expertos celebradas en París (1969) y Addis Abeba (1970), que marcaron la iniciación de la segunda etapa del proyecto, es decir, la preparación y redacción de la Historia General de Africa en 8 volúmenes, bajo la exclusiva responsabilidad intelectual y científica de un organismo erudito, el Comité Científico Internacional para la Redacción de la Historia General de Africa […] Conforme a las directivas de la Conferencia General de la Unesco, el Comité definió en su primera reunión las principales características de la obra del modo siguiente: a) Aunque pretenda rodearse de la mayor calidad científica posible, la historia no tratará de ser exhaustiva y constituirá una obra de síntesis desprovista de todo dogmatismo. En muchos aspectos constituirá una exposición de los problemas, indicando la situación actual de los conocimientos y las grandes corrientes de la investigación, y no vacilará en señalar, llegado el caso, las divergencias de doctrina y de opinión, con lo cual preparará el camino para obras ulteriores. b) Se considerará a África como un todo. La finalidad será mostrar las relaciones históricas entre las diferentes partes del continente, subdividido con excesiva frecuencia en las obras publicadas hasta ahora. Los vínculos históricos de África con los demás continentes deberán recibir la atención que merecen, analizándose desde la perspectiva de los intercambios mutuos y de las influencias multilaterales, de modo que se ponga de manifiesto en forma adecuada la contribución de África al desarrollo de la humanidad. e) La Historia General de África será ante todo una historia de las ideas y de las civilizaciones, de las sociedades y de las instituciones, y dará a conocer los valores de la tradición oral a la vez que las múltiples formas del arte africano. d) La Historia se enfocará esencialmente desde el interior. Obra erudita, será también en gran medida fiel reflejo de cómo los autores africanos contemplan su propia civilización. Pese a elaborarse en un marco internacional y valerse de todas las posibilidades actuales de la ciencia, la Historia será también un elemento capital para el reconocimiento del patrimonio cultural africano y pondrá de relieve los factores que contribuyen a la unidad del continente. Esta voluntad de ver las cosas desde el interior constituirá la novedad de la obra y podrá conferirle, además de sus cualidades científicas, un gran valor de actualidad. Al mostrar el verdadero aspecto de África, la Historia podría proponer una concepción particular de los valores humanos en una época dominada por las rivalidades económicas y técnicas […]