Líneas de investigación
La epistemología se ocupa de la naturaleza, condiciones y alcances del conocimiento. Tradicionalmente, las investigaciones suelen situarse en tres campos: a) el problema del conocimiento de sí mismo; b) el problema del conocimiento de otras mentes; c) el problema del conocimiento del mundo exterior. Estos estudios pueden tratarse, bien como problemas de interpretación en desarrollos históricos de la filosofía antigua, moderna o contemporánea; o bien, como problemas conceptuales relativos a la explicación de relaciones específicas.
Hay un campo de estudio cuyas formulaciones pueden ser muy generales, pero que cuentan con innumerables desarrollos que se convierten en una fuente infinita de investigación. Tal es el caso de problemas como los de la verdad, la justificación, el escepticismo que hacen parte de estudios de epistemología general.
Otro campo importante de estudio es el de las características que adquiere el conocimiento y los problemas que plantea en disciplinas específicas (física, biología, psicología, derecho, matemáticas, etc.) esta sub-línea corresponde a los estudios de epistemología de las ciencias. Problemas más generales de método científico, distinción teórico-observacional, inducción, demarcación, etc., son parte de la sub-línea de epistemología de la ciencia.
Finalmente, algunos proyectos han abordado investigaciones relativas al conocimiento de animales no racionales (Epistemología comparada) y problemas sobre los sistemas de conocimiento en otras culturas (Etno-pistemología).
Esta línea de investigación agrupa tres corrientes principales, que, pese a sus posibles interrelaciones, conservan una relativa especificidad.
Filosofía política: La línea de filosofía política se nutre principal, pero no únicamente, del trabajo de los grupos de investigación “Estética y Política” y “Relativismo y Racionalidad”. En el primer grupo, se exploran posibles afinidades entre paradigmas estéticos y sistemas políticos y culturales concretos, como por ejemplo la interrelación entre el barroco y formas de dominación carismáticas en Hispanoamérica. El énfasis del segundo grupo es la filosofía práctica y política. El espectro de investigación de la línea es relativamente amplio, va desde trabajos sobre los Fundamentos de la Democracia, las relaciones conceptuales entre Poder y Derecho, Teorías del Estado y de la Justicia, principalmente modernas y contemporáneas, hasta estudios sobre paz y derechos humanos que involucran fuertemente la coyuntura nacional. Es asimismo constante el trabajo exégetico sobre grandes clásicos de la filosofía política moderna y contemporánea.
Ética: La principal fuente de insumos temáticos de la línea de investigación en Ética y Filosofía Moral proviene de los Grupos de Investigación “Relativismo y racionalidad”, “Ética, Comportamiento y Evolución” y “Estética y Política”. Las investigaciones en filosofía y psicología moral han cobrado gran impulso en el Departamento en los últimos años, con temas tales como Evolución de la Mente y la Moralidad, Meta-ética y Teorías Científicas de la Cognición Moral. También se dearrollan proyectos sobre filosofía práctica, teoría de la acción y filosofía moral de la historia. El trabajo exégetico sobre grandes clásicos de la filosofía moral, desde la antigüedad hasta la era contemporánea, así como las peculiaridades de su recepción en el mundo hispanoamericano, son también constantes dentro de la línea.
Pensamiento Colombiano: Esta variante se propone rescatar una compleja tradición intelectual colombiana, a menudo desconocida, mas no por ello inexistente. En ella se mezclan los motivos del pensamiento político con el filosófico, así como las urgencias locales del momento con los esfuerzos de insertarse en el contexto más amplio de la modernidad occidental. Temas actuales de investigación son el Federalismo Colombiano durante el siglo XIX, las peculiaridades de los procesos de recepción de diversos pensamientos filosóficos inicialmente generados en el mundo europeo y formas y expresiones del mal en la historia y la literatura colombianas.
La Línea de Investigación comprende tres sub-líneas, o campos de trabajo:
1.Fenomenología. Investigaciones y estudios de las diversas variantes de la corriente fenomenológica inaugurada por Edmund Husserl y continuada, entre otros, por M. Heidegger y M. Merleau-Ponty. Más que en investigaciones exegéticas de los autores (tarea cuya importancia no se puede negar), el trabajo se ha centrado en prolongaciones, desarrollos y aplicaciones más contemporáneos. Esto ha dado lugar a su vez a la formación de sub-líneas como Fenomenología de la Corporalidad, Experiencia, Afectividad y Movimiento, Fenomenología y Psicopatología, Fenomenología de la Danza, Fenomenología y Ciencias Cognitivas.
2. Filosofía de la Mente. Investigaciones y estudios en el campo de la filosofía de la mente contemporánea, con mayor énfasis en el tema de la Percepción, así como sus aplicaciones y desarrollos en el campo de la Ciencia Cognitiva contemporánea. Exploraciones de las tradiciones filosóficas que han indagado por la mente y su funcionamiento. Relaciones con los campos de la Inteligencia Artificial y las Neurociencias. Propuestas de aplicación en investigaciones empíricas.
3. Filosofía del Lenguaje. Se abordan las corrientes y problemas más importantes de la tradición analítica en filosofía del lenguaje: el problema de la referencia, la naturaleza de los conceptos y del pensamiento no-conceptual, así como los temas más clásicos, como los relativos a la semántica filosófica, a las actitudes proposicionales, y a los actos de habla.
Destaca el carácter histórico de la filosofía y la particular conquista que significa leer a los propios autores en sus textos, e interpretar sus propuestas en sus contextos, a la vez que lograr un análisis argumentativo que permita reconocer sus problemas como perplejidades que todavía, de alguna manera, hoy también nos aquejan. La historicidad de la filosofía, y de sus manifestaciones en diversos autores y épocas, convive con su rigor característico, en la medida en que la incuestionable relatividad histórica del saber filosófico haya sentido en estándares de argumentación que trascienden la individualidad y concreción de las escuelas, autores y épocas, lo cual permite reconocer e identificar problemas comunes en medio de la amplia diversidad que ofrece la historia del pensamiento filosófico.